«Estamos haciendo que las normas de sostenibilidad sean más fáciles de cumplir, ofreciendo reducciones de costes históricas para las empresas y, aun así, cumpliendo con los ciudadanos europeos», resumió el negociador jefe del expediente en la Eurocámara, el popular sueco Jörgen Warborn.
Bruselas .- El Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea alcanzaron esta noche un acuerdo provisional para suavizar los requisitos de sostenibilidad y diligencia debida a las empresas en la UE, reduciendo el impacto para las pymes, dentro del esfuerzo de simplificación legislativa emprendido por la Comisión Europea, informó la Eurocámara en un comunicado.
Los negociadores de ambas instituciones pactaron simplificar las directivas de informes de sostenibilidad y de diligencia debida, creadas para reforzar la transparencia de las empresas y garantizar que identifiquen, prevengan y mitiguen los impactos sociales y medioambientales de sus actividades y cadenas de valor.
Las ONG habían criticado que la simplificación reduce la cobertura, la transparencia y el control, además de incrementar el riesgo para los derechos humanos y el medioambiente y añadían que modificar una legislación aprobada en la pasada legislatura genera incertidumbre e inseguridad jurídica.
Más de mil empleados
El nuevo acuerdo prevé «que la información social y medioambiental sólo será obligatoria para las empresas de la UE que empleen de media a más de 1.000 personas y tengan una facturación anual neta superior a 450 millones de euros», según el comunicado.
Previamente, esos requisitos se aplicaban a las firmas que superasen los 250 trabajadores. La Comisión propuso elevar el umbral a 1.000 empleados y el acuerdo final introduce además el límite de 450 millones de facturación.
El umbral de facturación neta también se ha incrementado para las empresas no pertenecientes a la UE, que deberán generar al menos 450 millones de euros en el mercado único para estar sujetas a la obligación de informar sobre sostenibilidad.
El pacto prevé también que las empresas con menos de 1.000 empleados puedan negarse a proporcionar datos más allá de lo previsto en los estándares voluntarios.
«Hemos cumplido nuestra promesa de eliminar cargas y normas y de impulsar la competitividad de la UE. Este es un paso importante hacia nuestro objetivo común de crear un entorno empresarial más favorable que ayude a nuestras empresas a crecer e innovar», declaró la ministra de Asuntos Europeos de Dinamarca, Marie Bjerre, cuyo país ostenta la presidencia rotatoria del Consejo de la UE.
Diligencia para los grandes
Sólo las empresas con más de 5.000 empleados y una facturación anual neta superior a 1.500 millones de euros «deberán llevar a cabo diligencia debida para minimizar sus impactos negativos sobre las personas y el planeta», señaló la Eurocámara.
Estas normas se aplicarán también a las compañías de fuera de la UE que superen el mismo umbral de facturación.
Antes de la revisión, estaba previsto que la normativa se aplicase a empresas de 500 empleados con
El acuerdo suprime el marco europeo armonizado de responsabilidad civil previsto en la versión anterior de la directiva, de modo que las compañías solo podrán ser perseguidas por incumplimientos en virtud de la legislación nacional de cada Estado miembro.
En caso de infracción, podrán enfrentarse a multas de hasta el 3 % de su facturación neta mundial.
Exime además a las empresas de la obligación de elaborar planes de transición climática para reducir cargas administrativas y se introduce asimismo «una cláusula de revisión sobre la necesidad de un régimen armonizado», precisó el Consejo.
El acuerdo también «aplaza un año más la fecha límite de transposición de la directiva de diligencia debida en sostenibilidad, hasta el 26 de julio de 2028, de forma que las empresas deberán cumplir las nuevas medidas antes de julio de 2029».
«Estamos haciendo que las normas de sostenibilidad sean más fáciles de cumplir, ofreciendo reducciones de costes históricas para las empresas y, aun así, cumpliendo con los ciudadanos europeos», resumió el negociador jefe del expediente en la Eurocámara, el popular sueco Jörgen Warborn.
EFE

