Mientras tanto, los Blue Jays celebran su regreso a la Serie Mundial tras 32 años, donde se medirán a los campeones defensores, Los Ángeles Dodgers, en una final que promete emociones de alto calibre.
Seattle.– En una noche que prometía marcar un antes y un después en la historia de los Marineros de Seattle, el sueño volvió a desvanecerse. El conjunto cayó 4-3 ante los Blue Jays de Toronto en el Juego 7 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana (ALCS), dejando escapar una nueva oportunidad de alcanzar su primera Serie Mundial en 48 años de existencia.
El equipo dirigido por Dan Wilson arrancó con determinación. Julio Rodríguez abrió el partido con un doble y anotó gracias a un sencillo de Josh Naylor. En la tercera entrada, Rodríguez volvió a brillar con un jonrón solitario, y en la quinta, Cal Raleigh amplió la ventaja con otro cuadrangular, colocando a Seattle al frente 3-1.
Pero la historia cambió en la séptima entrada. Con Addison Barger y Isiah Kiner-Falefa en base, George Springer castigó al relevista Eduard Bazardo con un jonrón de tres carreras que volteó la pizarra y silenció el entusiasmo de la afición de Seattle.
La derrota extiende un récord amargo: los Marineros siguen siendo el único equipo de las Grandes Ligas que nunca ha disputado una Serie Mundial.
A pesar de contar con una plantilla joven y talentosa, los errores defensivos y la falta de respuesta ofensiva en momentos clave terminaron pesando. Lo que prometía ser una temporada de consagración culminó con una eliminación que deja frustración y un sabor amargo en la organización y su fanaticada.
Mirando hacia adelante
Aunque el golpe ha sido duro, Seattle tiene motivos para creer. Con un núcleo encabezado por Julio Rodríguez, Cal Raleigh y George Kirby, el futuro sigue siendo prometedor. Sin embargo, el desafío será aprender de los errores y romper la barrera que históricamente los ha detenido en la Liga Americana.

