Bad Bunny desborda orgullo boricua en una residencia histórica en Puerto Rico

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Bad Bunny desborda orgullo boricua en una residencia histórica en Puerto Rico

El artista urbano convierte el Coliseo de Puerto Rico en un escenario de identidad, resistencia y celebración cultural con 30 funciones exclusivas para puertorriqueños.

“No Me Quiero Ir De Aquí” no es solo un concierto, es un evento cultural que quedará grabado en la historia contemporánea de Puerto Rico. Bad Bunny reafirma su compromiso con su isla, no solo como artista global, sino como voz de una generación que lucha por su identidad, su dignidad y su futuro.

San Juan, Puerto Rico. – El fenómeno mundial del reguetón, Bad Bunny, ha convertido el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot en una fiesta sin precedentes con su serie de conciertos titulada “No Me Quiero Ir De Aquí”, una residencia exclusiva para puertorriqueños que celebra la identidad, cultura y resistencia de la isla. El artista ofrecerá 30 funciones completamente agotadas, en una producción que ha conmovido tanto al público como a la crítica.

PR Un homenaje a la puertorriqueñidad

Desde el primer minuto, el espectáculo se transformó en una carta de amor a Puerto Rico. Con un escenario ambientado como una casa típica del campo, cuatros, flamboyanes y un despliegue de símbolos autóctonos, Bad Bunny inició su presentación con un claro mensaje:

“Estamos aquí, puñeta, y no nos vamos de aquí”, gritó desde el techo del coliseo, recibiendo una ovación multitudinaria.

El artista abrió con temas de su álbum Nadie Sabe Lo Que Va a Pasar Mañana, y los mezcló con éxitos como “Callaíta”, “Lo Que Le Pasó a Hawái” y “Yo Perreo Sola”, incorporando versiones en salsa, plena y fusiones tradicionales.

Ritmos de la isla y colaboraciones especiales

La presentación incluyó un segmento dedicado a la bomba y la plena, con la participación de Julito Gastón y Los Pleneros de la Cresta. El artista también sorprendió con una canción inédita titulada “Alambre Púa”, cargada de nostalgia y crítica social.

Entre los invitados, destacó la presencia de músicos locales y jóvenes talentos que acompañaron a Benito en tarima, reforzando su apuesta por la visibilidad cultural y la colaboración autóctona.

Mensaje político y cultural

Más allá del espectáculo visual y musical, Bad Bunny utilizó el escenario para enviar un mensaje claro sobre la situación política de la isla:

“Puerto Rico no es un lugar olvidado, es una nación con bandera, cultura y un pueblo que resiste.”

Durante varios momentos, el show proyectó frases y visuales que abordaron temas como el colonialismo, la migración, la gentrificación y la preservación cultural. Fue una experiencia profundamente emocional y política, sin perder la energía del perreo.

Un impacto económico y social histórico

La residencia “No Me Quiero Ir De Aquí” no solo marca un récord artístico, sino también un hito económico. Se estima que generará entre 200 y 375 millones de dólares para la economía puertorriqueña, con impacto directo en turismo, hoteles, transporte y pequeños negocios.

Además, las entradas se vendieron exclusivamente a residentes de Puerto Rico, una decisión que reforzó el carácter comunitario del evento.

Un cierre emotivo

Bad Bunny cerró su primera noche rodeado de banderas de Puerto Rico y flores de maga, visiblemente emocionado. Con la voz entrecortada, agradeció al público: Esto es por ustedes, por nuestra tierra, por los que se fueron, por los que aún resisten. Gracias por estar aquí.

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