No obstante, representantes de la sociedad civil afirman que no se socializó el plan, no se hicieron públicos los estudios de impacto ambiental, ni se comunicó adecuadamente a las autoridades locales o al propio Ministerio de Deportes.
Santo Domingo, R.D. — El ministro de Deportes y Recreación, Kelvin Cruz, se enteró a través de los medios de comunicación sobre la tala masiva de árboles en el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte, una intervención que ha generado una ola de críticas por parte de organizaciones ambientalistas y sectores de la sociedad civil.
Cruz, quien asumió el cargo en agosto de 2024, admitió que no fue informado por su equipo técnico ni por funcionarios del propio ministerio sobre la tala, la cual, según denuncias públicas, afectó al menos 300 árboles, incluyendo especies centenarias como ceibas y caobas.
“Me enteré por los medios de comunicación, y estamos pidiendo los informes correspondientes. Esto no debió ejecutarse sin una planificación clara ni consulta institucional”, declaró Cruz al ser abordado por periodistas.
Impacto ambiental y rechazo ciudadano
La denuncia fue realizada por la Fundación Wiche García Saleta, que calificó la acción como una de las más agresivas en la historia del complejo deportivo. Imágenes aéreas difundidas en redes sociales muestran amplias zonas deforestadas dentro del recinto, lo que ha encendido la alarma entre defensores del medio ambiente y ciudadanos que utilizan el parque para recreación y deporte.
Según documentos oficiales, la Dirección de Bosques y Manejo Forestal del Ministerio de Medio Ambiente aprobó la tala de 901 árboles de 28 especies mediante la resolución 016-2025, como parte del proyecto de remodelación del Centro Olímpico con miras a los Juegos Centroamericanos y del Caribe Santo Domingo 2026.
Respuesta institucional tardía
El viceministro de Instalaciones Deportivas, Johnny Peña, anunció días después que se pondrá en marcha un programa de poda y raleo de árboles, con apoyo técnico del Ministerio de Medio Ambiente. Sin embargo, no ofreció detalles sobre medidas compensatorias o un plan de reforestación tras la tala ya realizada.
Diversos sectores han exigido una explicación oficial, mayor transparencia y la revisión inmediata del plan de obras en el Centro Olímpico. “No se puede justificar este daño con el argumento de remodelación. Los árboles no son obstáculos, son patrimonio natural y vital para la ciudad”, expresó uno de los voceros de la fundación denunciante.
En resumen:
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El Ministro de Deportes, Kelvin Cruz, no fue informado de la tala por sus propios funcionarios.
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Al menos 300 árboles han sido derribados, de un total de 901 autorizados.
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La autorización fue dada por Medio Ambiente en el marco de un proyecto para los Juegos 2026.
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La reacción del Ministerio ha sido tardía y sin un plan claro de compensación ambiental.
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Organizaciones cívicas piden sanciones, reforestación y mayor transparencia.
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