Ambos son figuras clave dentro de la FP y hasta ahora han mostrado una relación política colaborativa, sin confrontaciones públicas.
En una escena relajada y familiar difundida por redes sociales este fin de semana, el expresidente Leonel Fernández y su hijo, el senador Omar Fernández, protagonizaron una dinámica de preguntas y respuestas que culminó con una interrogante que ha comenzado a generar debate político:
¿Quién de los dos será el próximo presidente?
Ambos alzaron su propio zapato como respuesta, en tono de broma, sin comprometerse abiertamente. Pero el gesto no pasó desapercibido en un momento en el que las encuestas ya colocan a ambos como posibles aspirantes de la Fuerza del Pueblo de cara a las elecciones de 2028.
Omar gana en popularidad; Leonel mantiene la estructura
Encuestas recientes muestran un panorama dividido:
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En la población general, Omar Fernández lidera con un 54.6 % de preferencia, frente a un 35.3 % que favorece a su padre, Leonel Fernández, según datos de ACD Media.
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Sin embargo, dentro del partido, el expresidente conserva el respaldo mayoritario con un 55.4 %, mientras que su hijo alcanza un 43.5 %.
Esta dualidad sugiere una división entre la base tradicional del partido y un electorado más joven y urbano que ve en Omar una figura de renovación.
Omar responde: “Los valores familiares están por encima”
Cuestionado en meses recientes sobre las comparaciones con su padre, Omar Fernández ha insistido en que no existe competencia interna ni conflicto de intereses. “Por encima de cualquier encuesta están los valores familiares. Aquí no hay rivalidad”, declaró en mayo pasado, tras conocerse que su popularidad superaba la de Leonel en varias mediciones nacionales.
Leonel, por su parte, ha optado por un tono más reservado, señalando que aún no es tiempo de hablar de candidaturas presidenciales y que el enfoque debe estar en consolidar la organización.
¿Renovación o continuidad?
Para muchos analistas, el ascenso de Omar Fernández representa un dilema para la Fuerza del Pueblo: elegir entre la experiencia de un líder que ha sido tres veces presidente de la República (1996–2000, 2004–2008, 2008–2012) o apostar por una figura joven que arrasó en las elecciones senatoriales del Distrito Nacional en 2024 y ha calado con fuerza en el electorado millennial.
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