"El sistema de seguridad social no puede seguir funcionando como un negocio. Su propósito debe ser proteger al trabajador y su familia", afirmó Eddy Olivares, ministro de Trabajo, al advertir sobre la urgencia de reformar la Ley 87-01 y centrarla en el bienestar humano, no en el interés comercial.
Santo Domingo. — El ministro de Trabajo y presidente del Consejo Nacional de la Seguridad Social (CNSS), Eddy Olivares, advirtió este lunes que el sistema de seguridad social dominicano necesita una reforma urgente y profunda que sitúe al trabajador y su familia como el eje central de sus políticas, no los intereses comerciales.
“El negocio no puede ser el centro del sistema de la seguridad social”, afirmó Olivares, al referirse a la necesaria transformación de la Ley 87-01, vigente desde 2001 y que, según recordó, debió revisarse en 2012 pero aún permanece sin los cambios estructurales que demanda la realidad actual del país.
“Cualquier reforma que se impulse debe inspirarse en el bienestar de los trabajadores. Son ellos, junto a sus familias, quienes deben ser el objetivo primordial del sistema, no las utilidades de las administradoras”, sostuvo.
Reforma impostergable
El funcionario subrayó que la Ley 87-01 “está rezagada en el tiempo” y que el país no puede seguir postergando una modernización integral del sistema. En este sentido, destacó que ya se han sostenido conversaciones con el liderazgo político y social del país para que, tras la aprobación del nuevo Código de Trabajo en la próxima legislatura, se enfoque el debate en una reforma estructural del sistema de seguridad social.
La pieza legislativa será discutida en una comisión bicameral en el Congreso, con la participación de representantes de las principales fuerzas políticas, expertos en salud, sindicatos y empresarios.
Pensiones en la mira
Uno de los puntos más sensibles del debate es el esquema de pensiones. De acuerdo con Olivares, el país enfrentará un reto decisivo en 2028, cuando se comiencen a entregar las primeras pensiones bajo el actual modelo de capitalización individual.
“Si esas pensiones no responden a las expectativas mínimas de dignidad y sostenibilidad, perderemos la confianza en el sistema. La gente se sentirá estafada”, advirtió.
Formalidad e inclusión
Olivares también señaló que uno de los principales desafíos del sistema es la alta tasa de informalidad laboral, que ronda el 54 % en el país, lo que limita el acceso efectivo de millones de dominicanos a servicios de salud, pensiones y protección laboral.
“La informalidad laboral es un muro que impide que la seguridad social alcance su verdadero objetivo: la inclusión y la equidad. No se puede construir justicia social sin formalidad”, enfatizó.
Hacia un nuevo pacto social
El ministro reiteró que el momento de la reforma ha llegado y que esta debe ser resultado de un consenso amplio, donde el foco esté en dignificar la vida laboral y asegurar una vejez protegida para todos los ciudadanos, sin que el sistema funcione como negocio para unos pocos.
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