Si la conectividad resulta inevitable, adoptar prácticas seguras disminuye el impacto potencial de ataques y robos de datos, un consejo transversal para todo usuario que requiera conectarse fuera de un espacio doméstico o corporativo seguro.
Durante un viaje al extranjero, la ausencia de una conexión estable puede obligar a los usuarios a buscar soluciones alternativas para permanecer comunicados o gestionar trámites urgentes.
En muchas ciudades del mundo, el acceso a internet depende de redes WiFi públicas en aeropuertos, cafeterías o centros comerciales, un recurso práctico cuando no existen otras opciones viables. No obstante, el uso de estas redes implica riesgos si no se toman precauciones.
Cuáles riesgos existen al conectar un dispositivo a una red WiFi pública
El aumento de puntos gratuitos de acceso en espacios públicos ha facilitado la vida de quienes necesitan conectividad inmediata, pero esta disponibilidad masiva ha generado nuevos desafíos de seguridad digital.
El mayor peligro reside en la exposición de la actividad y los datos personales a potenciales atacantes. Una afirmación directa del INCIBE reconoce que “podemos estar dejando expuesta toda nuestra información y actividad a terceros”, una situación que despierta las alertas de especialistas.
Los ciberdelincuentes se benefician de técnicas como el ataque de “hombre en el medio”, donde un tercero intercepta el tráfico entre el dispositivo y la red, o las “redes trampa”, simulando puntos de acceso legítimos para acceder a la información del usuario.
Según la autoridad de ciberseguridad, “un ciberdelincuente, lo suficientemente hábil, podría leer nuestros correos y mensajes, o incluso, robar nuestras credenciales bancarias”.
Qué tipos de ciberataques son comunes por medio de estas redes
El ataque “Man-in-the-Middle” permite a los atacantes monitorizar el tráfico de datos, lo que expone la totalidad de la actividad online y los datos personales.
Así lo explica el INCIBE: “El ciberdelincuente se encuentra en el medio de la conexión que hay entre nuestro dispositivo y la conexión WiFi. De este modo, puede monitorizar todo nuestro tráfico de datos”.
Otro riesgo frecuente incluye las llamadas “redes trampa”, donde el atacante crea una red falsa que simula la legítima. Los dispositivos, si tienen la opción de conexión automática habilitada, pueden conectarse sin que el usuario lo advierta, lo que compromete aún más la seguridad.
Cuáles ajustes se deben revisar en el dispositivo al usar una red WiFi pública
Revisar la configuración del dispositivo antes de conectarse reduce la vulnerabilidad. El INCIBE sugiere mantener el sistema operativo y todas las aplicaciones actualizadas con los parches más recientes de seguridad.
Asimismo, es necesario contar con un software antivirus confiable. Un sistema desactualizado podría facilitar el acceso de software malicioso sin el conocimiento del usuario.
Otro consejo es desactivar cualquier función de compartición, como el intercambio de archivos o impresoras. Eliminar la conexión automática a redes desconocidas evita que el dispositivo se conecte de manera inadvertida a puntos de acceso peligrosos.
Qué otros factores considerar al elegir esta alternativa de conexión a internet
Incluso tras aplicar todas estas pautas, los riesgos no desaparecen por completo. La imposibilidad de saber quién más está conectado y la ausencia de cifrado pleno convierten cualquier acción digital en un potencial blanco.
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