Aunque la Casa Blanca no ha confirmado si participará directamente en acciones ofensivas contra Irán, funcionarios han admitido que "todas las opciones están sobre la mesa". Analistas de defensa señalan que cualquier acción militar directa de EE.UU. elevaría dramáticamente las probabilidades de una guerra abierta en la región.
Jerusalén / Washington, — En medio de una creciente tensión en Medio Oriente, Estados Unidos comenzó la evacuación de ciudadanos estadounidenses y personal diplomático desde Israel, mientras evalúa su posible participación en una ofensiva militar más amplia contra Irán.
La medida fue confirmada por el Departamento de Estado, que informó que ya se han fletado vuelos especiales desde Tel Aviv hacia destinos seguros como Atenas y Sofía, capital de Bulgaria, donde se reubicará temporalmente parte del personal evacuado. Según cifras oficiales, más de 6,000 ciudadanos estadounidenses han solicitado asistencia para salir del país desde el inicio del operativo el pasado martes.
"Estamos respondiendo a una situación dinámica que evoluciona rápidamente", señaló un portavoz del gobierno estadounidense, añadiendo que se dará prioridad a los ciudadanos en zonas de mayor riesgo.
La evacuación ocurre en un contexto de escalada militar entre Israel e Irán. A principios de junio, aviones israelíes, con aparente coordinación con fuerzas estadounidenses, lanzaron una serie de ataques contra instalaciones nucleares clave en territorio iraní, incluyendo los complejos de Natanz y Fordo. En respuesta, Teherán lanzó misiles y drones contra objetivos militares y civiles en territorio israelí, intensificando el temor a un conflicto regional de mayor envergadura.
Fuentes del Pentágono confirmaron que el portaaviones USS Gerald R. Ford fue desplegado al Mediterráneo Oriental, mientras bombarderos estratégicos B-2 fueron movilizados hacia la isla de Guam, en lo que analistas consideran un claro mensaje de disuasión.
Las autoridades estadounidenses estiman que entre 300 y 500 personas por día podrían requerir asistencia para salir del país, y se han habilitado tanto rutas aéreas como marítimas —incluyendo cruceros fletados desde el puerto de Haifa— como parte del plan de evacuación.
Mientras tanto, el Departamento de Defensa también ordenó la salida del personal no esencial y familiares de diplomáticos en varias instalaciones clave en Irak, Bahréin, Kuwait y otros puntos estratégicos de la región del Golfo Pérsico.
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