J Balvin, con su testimonio, invita a repensar los prejuicios sobre la vida de los famosos y a reconocer que la vulnerabilidad es un rasgo intrínseco de toda persona, independientemente de su éxito o fama.
J Balvin, figura destacada de la música internacional, ha decidido poner palabras a una verdad poco explorada en la industria del entretenimiento: la vida de los famosos está lejos de ser perfecta. A los 40 años, el cantante colombiano ha ofrecido un testimonio sincero sobre los desafíos personales que enfrenta, desmontando uno de los mitos más arraigados en la percepción pública sobre las celebridades.
Durante décadas, la imagen de los artistas y personajes públicos se ha asociado con lujo, éxito constante y felicidad garantizada. Muchos fanáticos ven a figuras como Bruce Springsteen, Sebastián Yatra o David Bustamante como personas exentas de problemas, con una vida resuelta y libre de dificultades emocionales. No obstante, Balvin sostiene que esta imagen distorsionada no solo es errónea, sino que resulta perjudicial tanto para los propios artistas como para su público. Según explica en una reciente entrevista con la revista PEOPLE, la realidad cotidiana de los famosos está marcada por los mismos vaivenes emocionales y retos personales que afectan a cualquier persona.
El consejo de Balvin: cuidar la salud mental y distanciarse de las redes sociales
Las dificultades de la confesión pública en el mundo de la fama
Balvin reconoce que compartir sus dificultades emocionales ha sido, en sí mismo, un acto desafiante. Explica que la presión por proyectar éxito y plenitud dificulta que las figuras públicas hablen de salud mental sin temor a ser estigmatizadas o incomprendidas. “Ser una celebridad hizo que fuera casi más difícil ser honesto sobre lo que me estaba pasando”, señala el cantante. El temor a decepcionar a los seguidores o a mostrarse vulnerable ante la opinión pública constituye una barrera real para quienes viven bajo la lupa mediática.
A pesar de esa dificultad, Balvin subraya la importancia de no guardar silencio ante emociones complejas. Advierte que el peso del aislamiento puede aumentar cuando se percibe como una carga para los demás, pero insiste: “Quienes te quieren, quieren ayudarte, así que dales una oportunidad”. Según su testimonio, abrirse ante los seres queridos y hablar de manera honesta sobre lo que se siente puede transformar la experiencia y allanar el camino hacia el alivio personal.
Una mirada distinta al diagnóstico y el proceso de autocomprensión
El relato de Balvin no se limita a advertencias, sino que incluye también una reflexión sobre su experiencia personal antes y después de recibir un diagnóstico formal de depresión y ansiedad. Recuerda que durante mucho tiempo transitó un estado de confusión y oscuridad, sin poder identificar el origen de su malestar. “Antes, incluso de que me diagnosticaran depresión y ansiedad, todo era oscuro. Ni siquiera sabía qué me pasaba por la cabeza. Recibir ese diagnóstico fue un alivio, porque me dio un nombre para lo que estaba luchando”, relata.
Para Balvin, ponerle nombre a su sufrimiento resultó crucial: le permitió comprender sus emociones y tomar medidas para afrontarlas. La sinceridad consigo mismo y la apertura hacia los demás han sido piezas fundamentales de su camino de sanación, permitiéndole encontrar herramientas y apoyos concretos para superar las dificultades.
El deporte como aliado de la salud emocional
El cantante destaca la relación estrecha entre la salud mental y la física. Balvin encuentra en el ejercicio regular una de las herramientas más útiles para gestionar la ansiedad y mantener el equilibrio. “Gran parte de controlar la ansiedad reside en comprender que la salud mental y la física van de la mano. Realmente no se puede tener una sin la otra. Estar activo es una válvula de escape para mí; me ayuda a liberar mucho del estrés que llevo”, explica.
Mantener una rutina de movimiento se ha transformado en un pilar fundamental de su bienestar. El deporte no solo le ayuda a liberar tensiones, sino que contribuye a crear un estado mental más estable y resiliente.

